POLITICAMIGRATORIADO
La falta de documentación, la discriminación por parte de algunos sectores y el bullying o acoso escolar, son algunas de las problemáticas que enfrentan desde temprana edad, los niños de ascendencia haitiana nacidos en la República Dominicana, y que los deja en riesgo de no tener acceso a la educación.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inmigrantes en la República Dominicana (ENI-2012) la población inmigrante en el país fue de 570,933, de esa cifra 497,825 (87.2 %) es de nacionalidad haitiana.
Si vamos reduciendo el espectro hacia la educación y, más aún, hacia la educación primaria, vemos que este es el panorama:
Matrícula total de estudiantes en República Dominicana
inicial primaria secundaria universidad
2,761,118
estudiantes
Niños y niñas extranjeros entre 5-9 años inscritos en la educación primaria dominicana
Tomando en cuenta las desaveniencias históricas entre República Dominicana y Haití, las cifras anteriores abren muchas preguntas, desde cómo es el ingreso a la educación primaria, pasando por las dificultades que tienen los nacionales haitianos y sus hijos nacidos en territorio dominicano para conseguir su documentación que le permita el ingreso al sistema educativo, la posición de las autoridades y el gasto que implica para el Estado dominicano, hasta el desenvolvimiento de cada uno de estos niños y niñas en el ambiente escolar.
Durante la investigación intentamos responderlas, sin embargo, muchas fueron las barreras que encontramos en el camino. El tema haitiano levanta susceptibilidades.
¿Todos los niños haitianos o hijos de haitianos reciben educación, como es su derecho?
La sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional estableció en 2013 que sólo se consideran como nacionales las personas nacidas en territorio dominicano de padres dominicanos o residentes legales. Esta interpretación se aplicó en forma retroactiva a todas las personas nacidas entre 1929 y 2010: privando de su nacionalidad dominicana a cientos de miles de personas de ascendencia haitiana.
La sentencia 168/13 ha impedido a niños, niñas y adolescentes de ascendencia haitiana nacidos en República Dominicana, continuar con sus estudios en las escuelas y en las universidades.
Una ley de 2014 creó un mecanismo para proporcionar documentos de ciudadanía o un proceso de naturalización a los apátridas, pero la ley no se ha aplicado adecuadamente.
Estas fueron las declaraciones que conseguimos de la Junta Central Electoral (JCE).
Esto aplica para los niños dominicanos, pero, ¿qué pasa con los niños de ascendencia haitiana nacidos en territorio dominicano?
¿Cuál es la posición de las autoridades ante el ingreso de niños haitianos o de ascendencia haitiana a la educación primaria?
Si bien la Constitución, la Ley General de Educación 66-97, el Código del Menor o Ley 136-03 y la Convención de Protección de los Derechos de Niños y Niñas garantizan el derecho fundamental de todos los niños, niñas, jóvenes y adultos a recibir una educación de calidad, pero la debida aplicación de estas normativas les impiden hasta cierto nivel continuar con sus estudios en la escuela.
También, la circular 14-2013, de fecha 7 de noviembre de 2013, emitida por el exministro de Educación, Carlos Amarante Baret, que garantiza el libre acceso a la educación de todos los niños, niñas y adolescentes, sin importar su nacionalidad, estatus migratorio y aunque no cuenten con sus actas de nacimiento.
Sin embargo, la práctica dista mucho de la realidad que viven algunos menores que no pueden acceder a la educación y el problema está latente.
El coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones, William Charpentier afirma que han tenido que visitar algunas escuelas públicas porque “la directora o el director no ha querido inscribir a los niños o a las niñas, y nosotros hemos enviado cartas haciendo saber que por mandato de la Constitución, esos niños tienen derecho a la educación”.
¿Son los prejuicios raciales y de origen la parte medular del problema?
Indiscutiblemente, los más perjudicados son los niños haitianos que se convierten en víctimas de la xenofobia.
Pití
Negro
indocumentado
Arrallano
extranjero
Negrita
come
coco
Es ahí cuando el bullying o acoso escolar se presenta, no solo entre los propios estudiantes, sino de parte de adultos dentro de la institución escolar, quienes son los obligados a velar por el derecho que tiene todo niño y niña a ser protegido frente a la violencia.
William Charpentier cuenta que en el 2018, una familia haitiana residente en Los Alcarrizos les explicó que uno de los profesores le había dicho a la niña de 11 años, que no le interesaba darle clase por ser hija de haitiana come coco.
“Inmediatamente nosotros reportamos esa denuncia al Ministerio de Educación, vía el viceministro de Asuntos Comunitarios, y se tomaron las medidas, luego la familia fue a la oficina a darnos las gracias por esta iniciativa, porque la niña se estaba sintiendo incómoda y no quería ir a la escuela y fue por un mismo profesor que dijo esa palabra”, dijo Charpentier.
Esta violencia de un profesor o un director, así como de los mismos compañeros de clase hacia un niño de origen haitiano se alimenta de normas sociales negativas, de la historia de conflictos que arrastran los dos países, de inseguridad y disparidades de clase.
En ese sentido, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Dionisio Restituyo dijo “nosotros estuvimos en el batey Escarduna, en San Pedro de Macoris, ahí nosotros pudimos constatar recientemente, ese bullying a las niñas y niños sobre todo de origen negro, de origen pobre”.
¿Dos realidades de una misma historia?
El país presenta dos realidades. En la capital y otras zonas urbanas se observa más la discriminación, el bullying y otros formas donde el racismo y la xenofobia son la raíz. Sin embargo, ¿presenta la frontera una situación diferente? ¿Es la convivencia diaria y cercana entre las dos naciones un atenuante para el acoso de los niños de ascendencia haitiana?
Quedan muchas preguntas abiertas que no han sido respondidas:
¿Cuánto invierte el Estado Dominicano en estos niños?
¿Qué parte del presupuesto de educación se destina a cubrir sus necesidades?
Las cifras son inciertas. En términos de educación, los datos no son accesibles, ni están actualizados.
Durante la investigación pudimos constatar que sí hay instituciones con programas inclusivos, donde, no solo la nacionalidad o el color de piel no importan, sino que tampoco se discrimina ninguna condición del ser humano.
Esta investigación ha sido el resultado de la 4ta ronda del diplomado internacional en periodismo de investigación, impartido por el INTEC, a través de la carrera en Comunicación Social y Medios Digitales, con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana.